Bienvenidos a Bergerac, ciudad de arte e historia. Situada en el corazón del valle del Dordoña, Bergerac les da la bienvenida con sus pintorescas calles, casas de entramado de madera y ambiente auténtico. Tierra de viñedos y gastronomía, esta encantadora ciudad medieval ofrece un entorno ideal para una escapada a la naturaleza y un viaje al pasado. Tanto si son amantes del vino, aficionados a la historia o simplemente buscan relajarse junto al agua, Bergerac les cautivará con su estilo de vida único y sus numerosos tesoros por descubrir.
Ideas para visitar Bergerac:
1. Pasear por el centro histórico:
Bergerac es una encantadora ciudad a escala humana, ideal para pasear. Comience explorando el casco histórico con sus casas de entramado de madera que datan del Renacimiento. Haga una parada en la plaza Pélissière, una visita obligada con sus cafés al aire libre y la famosa estatua de Cyrano de Bergerac, una figura emblemática de la ciudad.
2. Museo del Tabaco:
El museo recorre la historia del cultivo del tabaco en la región, un producto que ha desempeñado un papel fundamental en la economía de Bergerac a lo largo de los siglos. Ubicado en un magnífico edificio del siglo XVII, ofrece un recorrido informativo a través de los usos y la evolución de esta planta.
3. Crucero por el Dordoña:
Embárcate en una gabarra, una embarcación tradicional de fondo plano, para descubrir Bergerac y sus alrededores desde el río Dordoña. Este crucero ofrece una perspectiva única de las verdes riberas y los viñedos circundantes, a la vez que te sumerge en la historia del comercio fluvial.
4. Los viñedos de Bergerac:
Bergerac también es famosa por sus viñedos. Descubra las bodegas que producen vinos de renombre como Monbazillac y Pécharmant. Puede organizar visitas guiadas y catas para degustar especialidades locales mientras disfruta de los impresionantes paisajes ondulados.
5. Castillo de Monbazillac:
A pocos minutos de Bergerac, no se pierda el magnífico Château de Monbazillac, enclavado entre viñedos. Este castillo del siglo XVI ofrece vistas impresionantes del valle del Dordoña y visitas guiadas que combinan historia, arquitectura y elaboración del vino, con la oportunidad de degustar el renombrado vino blanco dulce que se produce en la finca.
6. Pasea por los jardines de Proumeyssac:
Para los amantes de la naturaleza, una visita a los Jardines de Proumeyssac es imprescindible. Estos jardines ofrecen un oasis de calma y belleza, ideal para un paseo relajante después de un día de turismo.






